En Django desencadenado (2012), Quentin Tarantino nos mostró su particular visión del spaguetti western, con diferentes guiños a este género cinematográfico. Al no tratarse técnicamente de un western, el director ideó el término»southern» para definir el estilo de su última película, una mezcla de elementos del viejo oeste e ingredientes del cine de Tarantino.
Protagonizada por Jamie Foxx, Christoph Waltz y Leonardo DiCaprio, cuenta la historia del doctor King Schultz, un caza recompensas alemán que, siguiendo la pista de unos asesinos, compra al esclavo Django, el único que puede llevarle a ellos y al que le promete la libertad si le ayuda a atraparlos. Una vez logrado su propósito ambos deciden seguir juntos, aunque el único objetivo de Django es rescatar a su esposa Broomhilda. La búsqueda de su mujer los llevará hasta el villano Calvin Candie, dueño de la plantación «Candyland».
Sharon Davis (Dreamgirls, Ray) fue la responsable del diseño de vestuario de Django. Davis, nominada en varias ocasiones al Oscar, decidió trabajar con Tarantino por la admiración que siente por el director y no por la violencia que caracterizan a sus películas.
La diseñadora investigó previamente el período histórico real en el que se centra la película (entorno a 1859, unos años antes de la Guerra Civil) y de los spaghetti westerns italianos de los 60 y 70, dando lugar a un trabajo excepcional que nada tiene que ver con el western clásico al que estamos acostumbrados. Aunque tuvo libertad para desarrollar su obra, Davis, siempre trabajó mano a mano con el director, que tenía muy claro cómo quería contar la historia de Django a través de la ropa. Sharon Davis mantuvo la silueta de esa etapa, pero jugó con texturas y colores para crear un vestuario singular. Para la diseñadora lo más importante es ayudar al actor a crear su personaje. En Django, además, nos muestra su evolución a través del vestuario.
Django comienza como esclavo con un abrigo viejo y pantalones desgastados. Cuando es liberado opta por un traje de seda azul, inspirado en el retrato de Thomas Gainsborough, «El niño Azul». El paso de vestir harapos a portar ropa más cara simboliza su estado de libertad: él mismo ha decidido qué traje ponerse.
Conforme avanza la película se ve a Django ataviado con ropa más ceñida, en tonos verdes y tierra. Tarantino quería que se pareciera a Little Joe (Michael Landon) en Bonanza. El sombrero marrón oscuro que viste está elaborado por el diseñador original de la mítica serie y las gafas inspiradas en el personaje de Charles Bronson en El desafío del búfalo blanco.
Es al final de la película cuando Django pasa de esclavo a señor, mostrándose al personaje con un traje carmesí del villano Calvien Candie, destacando una vez más el juego de color y texturas que nunca veríamos en un western.El doctor King Schultz, mentor de Django, siempre viste con tonos grises: abrigos, capas y bombines son prendas características de este personaje. Este tipo de ropaje no es típico de la época en la que se desarrolla la película, pero Davis se toma la libertad de enfatizar el carácter extravagante de Schultz.
El abrigo de chinchilla que luce en algunas secuencias de invierno está inspirado en el personaje que encarna Telly Saballas en Far West History.
El personaje de Candie luce una vestimenta más elaborada: trajes de Dandy, en tonos similares a piedras preciosas, como el rubí o la esmeralda, levitas, chalecos con brocados, pajaritas, guantes, etc. Una elegancia que contrasta con su dentadura poco cuidada. La textura de las prendas es una manera de simbolizar el estátus del villano, siempre en ambientes de colores rojizos representando el infierno.
Sharon Davis también utiliza la paleta de colores para caracterizar a Broomhilda, la esposa de Django. El color morado es el color principal del personaje, muy común en las películas de esclavitud. Vestidos de corte imperio en tonos claros son los que porta cuando Django sueña con ella, representando la inocencia femenina. Estando en la casa de Candie, luce vestidos más austeros, en tonos grises y más oscuros. Sólo al final de la película, coincidiendo con su libertad y su lucha por el amor de Django, aparece con una falda amplia y cinturón ancho, más propio del estilo western tradicional. Davis ha logrado, a través del vestuario de Django, trasladarnos a un interesante viaje de colores y texturas en un western surrealista con personajes dispares. Un trabajo arriesgado y creativo que logra que la diseñadora se convierta en referencia.
Y a vosotros, ¿os gusta esta nueva visión del western?
Texto: Lola Delgado Pozo
Fotos: Weinstein Company, Columbia Pictures.
https://retalesdeunidilio.wordpress.com/2014/05/21/django-desencadenado/
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