«Estoy loca por Tiffany…nada malo podría ocurrirme allí» (Holly Golightly).
La ciudad de Nueva York despierta y un taxi se detiene en la Quinta Avenida. De él baja una mujer con un elegante vestido negro. Como cada mañana, ella se acerca al escaparate de la joyería Tiffany y lo contempla mientras desayuna un croissant con café. De esta forma da comienzo Desayuno con diamantes (1961), una de las películas más emblemáticas del cine.
Blake Edwards dirigió de forma libre la novela de Truman Capote, contando con Audrey Hepburn y George Peppard para encarnar a los personajes principales. Hepburn interpreta a la joven y extravagante Holly Golightly, que vive con su gato en un apartamento de Nueva York, subsistiendo del dinero que le dejan los hombres. Un día, el escritor Paul Varjak (Peppard) se muda al mismo edificio y ambos entablan una amistad.
Probablemente, uno de los aspectos más célebres de la película Desayuno con diamantes sea el vestuario que Hubert de Givenchy creó para Audrey Hepburn. Aunque Edith Head (La ventana indiscreta, Los pájaros) aparece en los títulos de crédito como supervisora del vestuario, el diseñador de moda francés – que ya había vestido a Hepburn en Sabrina– encumbra a Holly al olimpo de la elegancia.
Holly Golightly, cuyo nombre real es Lula Mae Barnes, es una chica de origen humilde que huyó de su pueblo para buscar el sueño americano en la ciudad de Nueva York. Aunque su ambición la lleva a estar con hombres ricos y mayores que ella, Holly es un alma solitaria. La soledad y la apariencia de una vida lujosa se muestran desde la primera escena en la que baja de un taxi ataviada con un vestido largo de satén negro.
En el traje, de corte sencillo, destaca el reverso con una apertura en forma de media luna y el gran collar de perlas que pende sobre la espalda, representando un lastre sobre ella. El diseño original fue creado con una apertura lateral en la falda (como aparece en el cartel de la película), pero Edith Head no lo vio apropiado para el personaje y fue rediseñado. El color elegido también es significativo: en una época donde predominaban los estampados florales y colores vivos, representa el vacío que siente la protagonista y su condición de «mantenida». Holly luce en varias ocasiones este vestido, del que se hicieron tres copias, combinándolo con diferentes accesorios simulando ser otro traje. Para la escena de apertura de «Desayuno con diamantes», el estilismo se completa con guantes largos, bolso de color negro, chal blanco y gafas oscuras grandes.
La vida de Holly evoca a la naturaleza de un gato: independiente y solitaria, sin apego a nadie, duerme durante el día y sale de noche para acudir a fiestas y «cazar» a algún millonario. El vestuario elegante y sofisticado es una armadura que emplea para fingir una vida que desea a toda costa. En la escena donde conoce a su nuevo vecino, Paul Varjak, y en su segundo encuentro con el escritor, Holly se desprende de su coraza y opta por prendas cómodas y de color blanco.
Holly desprende sofisticación y elegancia donde quiera que vaya, y su excentricidad se revela en los grandes y llamativos sombreros que luce. El segundo vestido de Givenchy que porta en la película es un diseño de color negro con cuello redondo, cinturón con lazo – remarcando la delgadez del personaje – y plumas en la parte baja de la falda. En las secuencias donde visita la cárcel de Sing Sing lo combina con una pamela negra y gran lazo de color crema; en el momento del encuentro con su exmarido, Doc, opta por un broche en el escote y un llamativo sombrero.
En varias ocasiones Holly se desprende de los vestidos sobrios y se convierte en la inocente e insegura Lula Mae Barnes del pasado. Es entonces cuando su vestuario se torna cómodo y colorido, sin perder la elegancia innata que irradia la actriz Audrey Hepburn. Como prendas de abrigo, muy codiciadas en esa época, destacan una clásica gabardina de color beige y un abrigo de lana naranja, un tono muy otoñal.
Givenchy creó un maravilloso diseño en seda de color rosa para unas de las escenas más dramáticas de «Desayuno con diamantes»: la noticia de la pérdida de su hermano. El vestido de cóctel, con cintura ceñida por un cinturón de lazo y amplia falda representa la inocencia y delicadeza del personaje. El vestido iba conjuntado con un abrigo sencillo de media manga del mismo color.
En el momento que Holly invita a Paul a su casa, ella está comprometida con el brasileño José, pero aún siente confusión e inseguridad ante su futuro. Un suéter beige y unos pantalones de color negro muestran la transición del personaje de niña a mujer. Pero su sueño se rompe cuando es arrestada por sus filtraciones en la cárcel de Sing Sing y José la abandona. Dentro del taxi se cambia de nuevo con su armadura en forma de vestido negro, manifestando abiertamente que no sabe quién es y Paul le declara de nuevo su amor.
Desayuno con diamantes ha conseguido hacer historia en el cine por su visión de la moda con un vestuario sofisticado y atemporal.
Texto: Lola Delgado Pozo
Bocetos: Pinterest, christies.com, Museo del traje
Fotos: película «Desayuno con diamantes», classiqme, pinterest
https://retalesdeunidilio.wordpress.com/2015/05/04/desayuno-con-diamantes/
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El vestuario como espejo del estado de ánimo del personaje… forma parte importante de su caracterización. Me ha gustado mucho.
Así es, el color y el tipo de vestido en cada escena es importante. Me alegro de que te haya gustado 🙂
Pingback: Lola Delgado
Tifany. Sin duda una de mis películas favoritas, de mi actriz favorita. Siempre soñé verme algún dia dentro de un vestido parecido al que lleva Audrey Hepburn en la primera imagen frente al escaparate de Tifany… o del vestido de seda también de Givenchy que lleva en otras escenas… son espectaculares.
Siempre me gustó de Audrey su elegancia dentro y fuera del cine.
La camisa de color blanco de Edith Head es uno de mis retales favoritos.
Ah, y muchas gracias por descubrime que uno de mis cuellos favoritos se llama cuello “chimenea.”
Leerte es un verdadero placer Lola. Gracias por este maravilloso blog.
Sin duda alguna, Audrey Hepburn que era la elegancia personificada,le otorgaba a un «sencillo» vestido negro un aire de delicadeza que ninguna actriz podría darle. Natalie Portman hace unos años tuvo el privilegio de vestir el diseño real para la portada de la revista «Harper´s Bazar» y ella misma afirmaba que no se podía comparar con Hepburn.
Siempre es un placer escribir para lectoras como tú 🙂 Gracias por seguir el blog 😉
Gracias a ti, Lola. Esperó poder perderme el próximo día libre entre todos tus maravillosos retales.
Que detallista y profesional eres para escribir, antes no había encontrado un blog como el tuyo, he aprendido mucho solo leyendo esta entrada. Siempre me ha apasionado el cine y sobre todo el estilo único de Audrey Hepburn, pero al leer esto siento que me queda aún mucho por aprender! Estoy ansiosa por leer tus otros post! Escribí en mi blog una entrada recientemente sobre Audrey Hepburn y sus icónicos outfits en BAT, me inspiré mucho en lo que tú escribes acá. Saludos !!!
¡Gracias por tus palabaras Valeria! Espero que el blog pueda ayudarte en tu aprendizaje 🙂
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